sistema operativo Microsoft Windows:
La sensación generalizada que tienen la mayoría de personas tras unos años usando un mismo ordenador es que tienen que cambiarlo. El sistema operativo Microsoft Windows, el más extendido en nuestros días, está diseñado de tal manera que se vuelve lento e inestable con el paso de los años. Eso sin contar con su conocida vulnerabilidad a virus informáticos. Se trata de problemas que el usuario medio no sabe resolver y que suelen desembocar en la compra de un nuevo equipo.
La apuesta de Nokia por Windows Phone:
La apuesta de Nokia por Windows Phone ha provocado que los finlandeses den el golpe de gracia a sus dos plataformas propias. A partir de ahora, el desarrollador que desee publicar nuevas aplicaciones o actualizar las ya existentes, tendrá que distribuir los paquetes por su propia cuenta, firmándolos con su propio certificado y buscando nuevos medios para avisar de las actualizaciones, ya sea integrando esta notificación dentro de la propia aplicación, o mediante recursos externos como listas de correo.
Dicho de otra manera: más trabajo para que el programador pueda llegar a un público considerablemente más reducido. De este modo, cuando algunos programadores dejen de actualizar sus aplicaciones, los usuarios sentirán que su móvil (aún perfectamente operativo), ya no es tan útil como los enormes smartphones actuales. Se le acaba empujando a cambiar de dispositivo para acceder al software más reciente, a pesar de que su aparato siga siendo capaz de ejecutarlo. Y probablemente muchos señalen al programador que por falta de tiempo, de retorno de la inversión o por simple desidia, decidió no seguir desarrollando para estas dos plataformas.
Android: El campo de la tecnología es el que más cambia en la actualidad y es de esperar, existen muchas personas con ideas innovadoras que esperan crear o solucionar un problema con un fin específico. Dentro de tantas áreas, está la de los smartphones y los constantes lanzamientos de nuevos dispositivos. Pero claro, no todo es color de rosa como los fabricantes lo pintan.
La obsolescencia programada nos afecta directamente con cada salida de un dispositivo de cualquier fabricante en la actualidad, lo que para mí ha convertido al iPhone el menos afectado.